domingo, 25 de agosto de 2013

VON NEUMMAN

Una de las personas que más ha contribuido al desarrollo de los modernos ordenadores ha sido Jhon Von Neumman. Huido de Hungría tras el levantamiento comunista de 1.919, Von Neumman se convirtió muy pronto en un matemático de talla internacional. Trabajó como consultor de los ENAC y EDVAC e hizo algunas importantes aportaciones a ala revolución informática. Quizá lo más fundamental de sus teorías es su descripción de lo que debe ser un ordenador. Jhon Von Neumman decía que un ordenador ha de constar de tres partes: una aritmética, una de control, y una memoria. La primera sería la máquina calculadora propiamente dicha, capaz de realizar funciones aritméticas básicas.

 La parte de control regularía los modos en que dicha máquina trataría las órdenes recibidas y la secuencia de sus instrucciones. El ordenador también debería ser capaz de leer información del mundo exterior (entrada de ordenador,) y comunicar a su vez a ese mundo los resultados obtenidos (salida del ordenador). Asimismo, debería poseer una memoria capaz de almacenar información para su uso posterior. Esto se lograría mediante programas codificados en forma de números, que se almacenarían como datos en la memoria del ordenador. En realidad, la característica distintiva del EDVAC fue su prosperidad de contener instrucciones almacenadas, y eso es lo que permite considerarlo un verdadero ordenador. Completado en 1.949, no fue operativo hasta 1.952. El EDVAC (Electronic Discrete Variable Automatic Computer, ordenador electrónico de variable discreta) era capaz de almacenar instrucciones eliminando la necesidad de intervección y reduciendo el tiempo de las operaciones.

Otra importantísima aportación de Jhon Von Neumman consistió en adaptar aritmética binaria -los números 0 y 1- para representar todos los números decimales. Una conmutación eléctrica on (cerrado) se representa mediante un 1, mientras que una conmutación eléctrica off (abierto) se representa mediante un 0. Así, todos los cálculos podían reducirse a una simple conmutación on-off, lo que mejoró grandemente la fiabilidad de la transferencia de información y también los cálculos..

HERMAN HOLLERITH


En 1.890, Hermann Hollerith, funcionario de la Oficina del Censo de Estados Unidos, así como las máquinas para interpretar los resultados Hollerith fundó la empresa Tabulating Machine Co. , que en 1.924, cambió su nombre por el de IBM.

En la década de los 1880, y como resultado de un concurso patrocinado por la oficina del Censo de los Estados Unidos, las tarjetas perforadas se utilizaban para perforar datos. A pesar de que los destinados al censo se recogieran en 1.880, su compilación no concluyó hasta 1.887, debido a la carencia de la tecnología para manejar datos estadísticos primarios. Los tres finalistas del concurso convocado fueron William C. Hunt, que ideó una serie de tarjetas de colores; Charles P. Pidgin, que diseñó fichas codificadas también en colores; y el ganador, Hermann Hollerith, autor de un sistema de tarjetas perforadas, bautizadas con su nombre, y de un dispositivo tabulador, denominado máquina de censos. Cada uno de los métodos se ensayó tabulando la información obtenida en el censo de 1.880 sobre 10.000 personas de sitio. Louis. El sistema de Hollerith demostró ser dos veces más rápido que el de su competidor más cercano. La información se perforó en tarjetas y los resultados fueron tabulados por esta <<máquina de censos>>.

La tarjeta de Hollerith tenía las medidas del antiguo billete de dólar (mayor que el actual), lo que representaba la ventaja de poder utilizar las prensas de la Casa de la Moneda norteamericana. Los orificios de las tarjetas representaban características de la población (hombre o mujer, natural del país y extranjero, etc.). Las tarjetas se movían sobre unos cepillos que cerraban un circuito eléctrico en los lugares donde había orificios. Cada vez que un circuito se cerraba, un contador aumentaba en 1. Incluso el trabajo de clasificación podía hacerse con rapidez. El censo de 1.890 se terminó al cabo de un mes de haberse recibido la información de la Oficina en Censo de Washington en esta oficina se tabuló información sobre una población de ¡63 mill. de personas! El éxito de Hollerith fue tan gran de que en 1.896 dejo la oficina del Censo para formar su propia empresa. Ésta, unida más tarde a otras, dio origen a Internacional Bussines Machines Corporation (IBM). Un empleado, James Powers, desarrolló también un producto perforador de tarjetas y tabulador. La compañía que a su vez fundó sería, con el tiempo, Sperry Corporation.

ADA BYRON


Nació el 10 de diciembre de 1815 en Londres, Reino Unido. Hija del famoso poeta romántico Lord Byrony de la matemática Annabella Milbanke

 Ada de Lovelace, matemática de grandes aptitudes que entendió perfectamente la máquina analítica de Babbage, creó los primeros programas.

Su máquina analítica mecánica permitía calcular cualquier función algebraica y almacenar números; el programa se introducía en la máquina mediante tarjetas. Fue la primera programadora de la historia. A finales de los años setenta, el Departamento de Defensa desarrolló el primer lenguaje de software tal y como hoy lo conocemos, y para emularla, recordar su trabajo y darle el crédito que se merecía, lo denominaron ADA. 
 

LEIBNIZ



Gottfried Leibniz fue la figura científica principal de su tiempo -el periodo conocido como el Siglo de las Luces-. Nació en la ciudad centroeuropea de Leipzig en 1646, y murió en Hannover en 1716. Durante sus setenta años de vida (el tipo de número exacto que se puede esperar de un matemático), formuló los principios del cálculo infinitesimal, realizó estudios sobre la dinámica y contribuyó con valiosas aportaciones a los campos de la geología, teología, historia, lingüística y filosofía. Y lo más importante para nosotros: desarrolló teorías básicas para la creación del ordenador.

Centrando su interés en las matemáticas, empezó a trabajar en el perfeccionamiento de la máquina de sumar de Blaise Pascal, inventada en 1642. Leibniz intentó mejorarla de forma que fuera capaz de multiplicar y dividir. Lo logró mediante un dispositivo mecánico llamado “cilindro de Leibniz”. El mecanismo de Leibniz fue un adelanto decisivo para su tiempo. Antes, debido a la complejidad de multiplicar con números romanos, esta operación aritmética sólo se enseñaba en los centros de estudio de mayor categoría. Una máquina que pudiera multiplicar mecánicamente la volvía más accesible. Después de haber perfeccionado esta máquina, Leibniz centró sus esfuerzos en la creación de un método que permitiera convertir el sistema decimal en otro de base binaria.

CHARLES BABBAGE


 A partir de 1812, Charles Babbage, matemático inglés, trabajó en la primera máquina diferencial, con la que calculaba logaritmos con seis cifras decimales. También diseño primera máquina analítica, precursora de los ordenadores modernos.

El ordenador propiamente tal, debe, atribuirse a Charles Babbage quien, en 1.820, creó un modelo piloto de la máquina de diferencias, y en 1.822 recibió ayuda financiera del gobierno británico para construir una máquina utilizable. Babbage comprendió la necesidad de este dispositivo porque, en una época en que se hacía un uso creciente de las matemáticas, se cometían muchos errores en la elaboración de tablas de logaritmos.

Deseaba encontrar una alternativa al cálculo repetitivo y lento de esas tablas. La máquina de diferencias, resultado de los esfuerzos de Babbage, no solamente era mayor y más complicada que las anteriores, sino que también imprimía tablas. Desdichadamente, no funcionaba bien. Las varillas, los engranajes y los trinquetes del mecanismo, movido a vapor, se atascaban constantemente, mientras que el modelo original del inventor toleraba ligeras irregularidades, no ocurría lo mismo con los modelos mayores. La revolución industrial no había madurado suficientemente para permitir la construcción de una versión práctica de esa máquina. Aunque descorazonado, Babbage empezó a trabajar en una idea más ambiciosa.

En efecto, diseñó un sistema con una sección de entrada que debía de leer los orificios de una tarjetas perforadas, previendo también la impresión de las respuestas. Y algo aún más importante: dotó a su invento de una unidad de control para operar el ordenador; de una <<unidad central>> para la realización de cálculos; y de una <<unidad de almacenamiento>> para guardar hasta 1.000 números de 50 dígitos.

Por consiguiente, la <<máquina analítica>> podía acarrear, almacenar y cambiar instrucciones. Fue, en efecto, el equivalente mecánico del ordenador electrónico digital de nuestros días. Con la ayuda de Lady Lovelace, Babbage pudo programar realmente la máquina analítica para efectuar cálculos. Por desgracia, el sistema se vio condenado al fracaso. La máquina analítica fue víctima, sobre todo, de su tiempo. La tecnología de la época no estaba en condiciones de producir las 50.000 piezas necesarias para su construcción.

BLAISE PASCAL


    Blaise Pascal fue un matemático, físico, filósofo cristiano y escritor francés. Fue el creador, en 1642, de la “Pascalina”, que fue la primera máquina de calcular mecánica. Su funcionamiento era muy simple, mediante ruedas entrelazadas, de forma que diez giros de una rueda que representada las unidades significaba un giro de la rueda de las decenas y diez vueltas de la rueda de las decenas un giro de la rueda de las centenas.

    Blaise Pascal, hijo de un recaudador de impuestos francés, ideó en 1.642 un dispositivo mecánico para hacer operaciones aritméticas. En la periferia de unas ruedecillas interconectadas mediante engranajes, se inscribían diez cifras (del 0 al 9). Al final de una revolución completa de un ruedecilla, uno de los dientes de un engranaje se encajaba en el engranaje del disco siguiente, haciéndolo avanzar una décima de revolución realizando así una suma. Las revoluciones en sentido inverso permitían restar. Sorprendentemente para su tiempo, esta máquina, llamada pascalina, nos parece ahora muy primitiva. No obstante, fue la primera máquina calculadora propiamente dicha, y la base para muchos otros inventos que seguimos usando hoy habitualmente, como los odómetros de automóviles y los contadores de gas y electricidad.

    El concepto importante cuya introducción cabe atribuir a la pascalina fue el de <<acarreo>>. El dispositivo cambiaba diez unidades por una decena, y así sucesivamente, para efectuar unos cálculos correctos. Esta máquina fue el modelo en el que se basaron otras calculadoras construidas en Francia. Sin embargo, no se vendieron muchas.